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FAMILIAS ANFITRIONAS
Sé parte de esta experiencia

Convertirte en familia anfitriona es mucho más que ofrecer alojamiento: es abrir las puertas de tu hogar a una experiencia enriquecedora, donde compartir cultura, valores y día a día con jóvenes que están construyendo su futuro.
Recibir a un estudiante no solo es un apoyo económico, sino una oportunidad para crecer como familia.

Beneficios para tu hogar

¿Por qué acoger a un estudiante?

Intercambio cultural

Convivir con un estudiante te permite conocer nuevas formas de ver el mundo, compartir costumbres y abrir tu hogar a una experiencia única de aprendizaje mutuo.

Contribución positiva y cercana

Ayudas a un joven a dar un paso importante en su formación, ofreciéndole un entorno cálido, estable y humano en una etapa clave de su vida.

Compensación económica

Recibirás una remuneración mensual por acoger, lo que te permite apoyar a un estudiante mientras complementas los ingresos del hogar.

Buscamos hogares acogedores

Estamos en busca de familias interesadas en recibir a nuestros estudiantes universitarios durante su curso académico, ofreciendo alojamiento de manera completamente remunerada.

Ser una familia anfitriona no solo supone un beneficio económico, sino que también brinda la oportunidad de vivir una experiencia enriquecedora. Convivir con un estudiante internacional permite descubrir nuevas culturas, intercambiar costumbres y fomentar el aprendizaje mutuo. Además, esta convivencia puede ser una excelente manera de incentivar a los miembros de la familia a comunicarse con personas de diferentes países e idiomas.

¿Cómo funciona?

Una experiencia única

Alojar a un estudiante te permitirá compartir tu cultura y tradiciones en un ambiente seguro y enriquecedor. Es una oportunidad para ampliar horizontes, obtener una visión global y contribuir al desarrollo personal tanto del estudiante como de cada miembro de la familia. Esta vivencia transformará la manera en que ves el mundo y abrirá nuevas perspectivas en muchos aspectos de la vida.

Sobre los estudiantes

Los jóvenes que participan en este programa tienen entre 15 y 20 años y llegan en septiembre para completar su curso académico hasta junio, permaneciendo en el país durante aproximadamente 10 meses. Se espera que se integren plenamente en la dinámica familiar, adaptándose a las normas del hogar y participando en la vida cotidiana.

El objetivo es que los estudiantes formen parte activa de su familia anfitriona, siendo acogidos con el mismo cariño, derechos y responsabilidades que los hijos biológicos. Durante su estancia, necesitarán apoyo en su proceso de adaptación, tanto en los momentos felices como en los más desafiantes.

Acompañamiento y apoyo continuo

Desde el inicio y durante toda la acogida, las familias contarán con el respaldo de un coordinador, quien estará disponible para brindar asistencia tanto a la familia anfitriona como al estudiante, asegurando que la experiencia sea positiva y enriquecedora para ambas partes.

Una experiencia que también transforma a tu familia.